Hace 118 años se firmó el acuerdo para la construcción de un ramal ferroviario que comunicaría a la ciudad de Córdoba con Despeñaderos y Río Tercero. Pero, sin saberlo, quienes rubricaron el contrato también dieron inicio a la historia de nuestro querido pueblo.
Bouwer, que nació como una estación de trenes ubicada entre las localidades de Coronel Olmedo y Rafael García, mostró un crecimiento sostenido de la mano de la actividad agrícola y las vías del tren. Su cercanía con la capital provincial también fue clave para su desarrollo. Estos factores permitieron el establecimiento de trabajadores rurales en la zona y el asentamiento de sus familias, quienes dieron origen a su población que, según el último censo, superó los 1.800 habitantes.
El tiempo fue un excelente compañero para Bouwer. En estos 118 años, el pueblo supo construir una sólida identidad basada en fuertes lazos comunitarios que ofrecen calidez, solidaridad y armonía a los vecinos. Además, se destaca como una característica fundamental de los habitantes locales el respeto y su histórica lucha por la preservación del medio ambiente.
El crecimiento del pueblo fue acompañado por la acción estatal, gracias a la cual hoy hay instituciones dedicadas a la atención de la salud, tales como el Dispensario Número 1, desde donde se llevan adelante campañas de prevención y atención a los vecinos, y el centro de salud próximo a inaugurarse. Asimismo, la estación que dio inicio a la historia del pueblo hoy es un centro cultural que ofrece una vasta propuesta de talleres y cursos de oficios y artes a personas de todas las edades. Por otra parte, el municipio también brinda a sus vecinos un amplio abanico de propuestas para desarrollar actividades físicas y organiza espacios para emprendedores.
Sumado a ello, instituciones como el centro de jubilados “La alegría de vivir”, la escuela Florentino Bustos, el Ipem 380 Ana Frank y la capilla de Cristo Rey, entre otras, potencian los lazos comunitarios y las capacidades de los vecinos a través de actividades y propuestas de capacitación.
Hoy, a sus 118 años, el trabajo mancomunado de todos los habitantes del pueblo hace de esta localidad un lugar tranquilo y apacible, pero interesante. Los vecinos se conocen y se saludan por la calle, los más jóvenes pueden reunirse en la plaza y pasear por la vía pública seguros. Además, existen propuestas de entretenimiento y desarrollo personal de todo tipo para que niños, jóvenes, adultos y adultos mayores puedan llevar adelante sus vidas en un entorno amable, con lo necesario para ser felices y hacer felices a quienes los rodean.
¡Muy feliz cumpleaños vecinos de Bouwer! Brindemos por más años de alegría, desarrollo y solidaridad.